Primera lectura Hch 5, 27-33
Pedro y los otros apóstoles replicaron: “Primero hay que obedecer a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte colgándolo de la cruz. La mano de Dios lo exaltó y lo ha hecho jefe y Salvador, para dar a Israel la gracia de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen”.
Esta respuesta los exasperó y decidieron matarlos.
Salmo Responsorial Salmo 33, 2 y 9. 17-18. 19-20
Bendeciré al Señor a todas horas;
no cesará mi boca de alabarlo.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en él.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
En contra del malvado está el Señor
para borrar de la tierra su recuerdo;
escucha, en cambio, al hombre justo
y lo libra de todas sus angustias.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
El Señor no está lejos de sus fieles
y levanta a las almas abatidas.
Muchas tribulaciones pasa el justo,
pero de todas ellas Dios lo libra.
R. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio Jn 20, 29
Tomás, tú crees porque me has visto.
Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor.
R. Aleluya.
Evangelio Jn 3, 31-36
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él”.
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Lectionary for Mass for Use in the Dioceses of the United States, second typical edition, Copyright © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternity of Christian Doctrine; Psalm refrain © 1968, 1981, 1997, International Committee on English in the Liturgy, Inc. All rights reserved. Neither this work nor any part of it may be reproduced, distributed, performed or displayed in any medium, including electronic or digital, without permission in writing from the copyright owner.